Una parrilla pequeña pero poderosa
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En la intersección de las calles José Bonifacio y Hortiguera y a la vuelta de la Facultad de Filosofía y letras, se encuentran Lo de Abelardo, una parrilla muy popular para los vecinos de Caballito.
Dueña de una estética rústica, sus mesas no llevan mantel y las sillas de afuera son de plástico. De todas maneras, el servicio de mesa al aire libre y el toldo que cubre los fríos y las lluvias, es definitivamente uno de los puntos más a favor de esta parrilla.
Adentro, la situación se engalana un poco: sillas y mesas de madera, un plasma que acompaña la velada de los comensales y un salad bar sustancioso, envidiable para cualquier otro bodegón que sólo se esmera con ensaladas mixtas. Lo mejor: todo se prepara a la vista y con mirar ya casi no se necesita el menú.
Los días más fuertes son los viernes a la noche y los fines de semana. Durante la semana hay promociones al mediodía, es un plus que vendan gaseosas grandes, como también vino y cerveza y sus mozas son atentas y rápidas para traer la comida (si no hay mucha gente).
Como de día está abierto aproximadamente hasta las 4 de la tarde, es ideal para un día en que no haya muchas ganas de cocinar. Los estudiantes de Filosofía y Letras también la eligen para un momento post-facultad o para relajarse después de algún examen.
Lo de Abelardo es un lugar de barrio, los precios son acordes a lo que se sirve y siempre es una buena opción para disfrutar con amigos o en familia.
- * Para compartir con amigos, lo ideal son las parrilladas. Abundantes y a precios súper razonables.
- * Podés comprar para llevar, la atención es bastante rápida y amistosa, te suelen ofrecer promociones improvisadas en el momento ¡y hasta a veces te regalan porciones de papas fritas!
- * Tiene otra sucursal en Av. Pedro Goyena y Puan (a dos cuadras), con un estilo un poco menos tradicional, y más opciones en cafetería.