Una parrilla de apellido Peña
Céntrica y porteña, la Parrilla Peña no acepta reservas porque no tiene respiro. Acá lo importante no son las apariencias sino las buenas carnes.
El ambiente es sencillísimo, y las mesas puede que estén unas muy cercas de las otras, pero lo que Parrilla Peña ofrece, supera con creces las exigencias de los verdaderos expertos en asados, que saben que lo que importa es lo de adentro.
A medio camino entre Facultad de Medicina y el Teatro Colón, Parrilla Peña (Rodríguez Peña 682) tiene dos plantas y un garaje para dejar el auto 2 horas gratis, pero solo por la noche. Digamos que el centro porteño no es lugar fácil para estacionar, por lo que la cortesía suma puntos.
Entre el barullo como escenario, te reciben con empanadas caseras de gentileza, y una carta que no deja nada afuera. Está todo: mollejas, riñones, bife de chorizo, bife de lomo, colita de cuadril, asado de tira, matambrito de cerdo, entraña, pollo asado y churrasquito de entraña. Si querés pedir la parrillada completa, también podes y atención, que incluye mollejas.
Mozos de profesión, parrilla a la vista, poco tiempo de espera y poco turismo, son los ingredientes extras que propone Parrilla Peña a sus comensales. Un asado hecho y derecho.
- *Solo pago en efectivo.
- *Se pueden pedir diferentes quesos de entrada.
- *Si vas al mediodía, tene en cuenta que no sirven café.