La elegancia de Don Julio
Se autodenomina como una “parrilla de buenas carnes y buenos vinos”. Reconocida internacionalmente, Don Julio tiene carnes de lujo y una atmósfera delicada en el corazón de Palermo.
“Nuestras vacas son criadas a campo abierto y alimentadas a pasto. Se calcula una hectárea por animal para este tipo de crianza”, dice Don Julio, la parrillada ubicada en Gurruchaga y Guatemala, pleno barrio de Palermo.
Los mozos te atienden con una copa de espumante y alguna rodaja de chorizo, mientras esperas en la vereda que se desocupe una mesa, si es que llegaste sin reserva. La parrilla Don Julio es una de las parrillas insignias de Buenos Aires, que además de ganar concursos internacionales ha participado con delegaciones argentinas en degustaciones en el exterior.
Pepe Sotelo, el maestro parrillero es correntino y tiene más de 30 años de oficio frente a las brasas. Junto a Gastón Casorla en la cocina dirigen esta parrilla que ya da gusto visitarla por la ambientación y la atmósfera que propone.
La casa de producción de Don Julio elabora embutidos artesanales, de cordero, cerdo y vaca y la carne de cordero es traída especialmente de la Patagonia.
La entraña es el corte insignia de Don Julio y se debe pedir fuera de la carta. El bife angosto es deshuesado, envasado al vacío y madurado durante 15 días para obtener el sabor deseado. “El bife ancho se encuentra pegado a las costillas del cuarto delantero y se destaca por su terneza y sabor”, aclaran.
“El secreto de nuestra salchicha parrillera se encuentra en su perfil aromático: nuez moscada, pimienta blanca y perejil. Pedila sola o en nuestra tabla de embutidos. En Don Julio recomendamos el asado de tira a punto: 5 costillas provenientes de lo que se conoce como ‘la ventana’ o el ‘asado del centro’.”
- *Las guarniciones cambian de acuerdo a la estacionalidad de los productos.
- *Se pueden hacer reservas por mail, teléfono o por Facebook.
- *Tiene una exclusiva carta de vinos seleccionada por el dueño y sommelier Pablo Rivero.