De Escondida, sólo el nombre
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En pleno Palermo Soho, más precisamente en la intersección de las calles Costa Rica y Armenia, se encuentra La Escondida, una parrilla instalada y muy bien puesta que ya conquistó el corazón de los palermitanos.
Hace 17 años, en 1998, La Escondida abrió su primer local en Núñez. Debido al éxito que cosechó allí, sus dueños decidieron probar con una nueva sucursal, esta vez en Palermo. Les costó instalarse, porque el Palermo que explotaba en ese momento era el denominado Hollywood (del otro lado de la Avenida Juan B. Justo), pero, con el correr del tiempo, el barrio les dio revancha.
A esta parrilla le sobra actitud palermitana: moderna en su totalidad, cubiertos de excelente calidad, un salón ameno y prolijo y un patio con sillas y mesas de madera que invita no sólo a comer, sino a realizar extensas sobremesas.
La Escondida tiene capacidad para 350 personas. Es imponente su tamaño y brinda a sus clientes numerosas posibilidades para que pasen una velada inolvidable: si está lindo, se puede comer afuera. Si no, también hay lugar adentro. Si tenés frío pero fumás, afuera hay calefacción. Si hace calor pero igual querés disfrutar del aire libre, hay un toldo que permite que el sol no te abrace.
En esta parrilla se puede disfrutar de buena carne. Claudio Valencia, su encargado hace 18 años, nos contó que aquí, la mayoría vuelve. Porque la carta es corta, precisa y la gente ya sabe lo que va a encontrar y lo que quiere comer.
La especialidad de la casa es el “Ojo de bife La Escondida”, que es envuelto en panceta. Sin embargo, lo que más sale es el churrasquito de lomo y el corazón de cuadril, como también los riñoncitos o el pollo a la parrilla.
- *Hay 3 opciones de menú ejecutivo, de 5 o 6 platos cada uno. Lo que varía es el precio, de acuerdo al menú solicitado.
- *No cierra nunca, excepto el 24 y 31 de diciembre.
- *Trabajan con 4 bodegas de vinos.
- *Los viernes y sábados está abierta hasta las 2 de la mañana.